«¿De quién es la culpa?«

Al que no cometió ningún pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado, para que en él nosotros fuéramos hechos justicia de Dios. 2 Corintios 5:21

Cómo nos gusta tener a alguien a quien culpar, ¿verdad? Si algo nos sale mal, echarle la culpa a otra persona siempre es un alivio. Pero, esto no siempre da resultado en la vida. Principalmente cuando se trata de nuestra relación con Dios. Nuestros pecados son nuestros, no de los demás, y nuestro Padre celestial sabe muy bien todo lo que hacemos de errado. Por lo tanto, ¡a nosotros nos corresponde culpa y el castigo!

Sin embargo, gracias a Cristo, siempre que nos arrepentimos y le pedimos perdón, Dios nos perdona. Toda nuestra culpa recayó sobre Cristo cuando él murió en la cruz por nosotros. Dios nos ama y nos trata como hijos. Él ve nuestros errores, nos perdona, y nos da fuerzas para que sigamos adelante y no cometamos los mismos errores. Por eso, cuando nuestra conciencia pesa, de nada sirve intentar huir o echarle la culpa a otra persona. En vez de eso, confiésaselo al Padre y pídele que te perdone.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.